JUEVES 13 OCTUBRE 2022 - KSP - 3.39 AM --
POR QUE EL IDIOMA CHINO NO DESAPARECE YA QUE ES TAN COMPLICADO?
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4.43 AM
QUE SIGNIFICA HAY Y EN QUE
CONJUGACION FIGURA....--- HAY ---?
HAY ➡️ Es una forma impersonal del verbo haber y se usa para expresar que existe una cosa o que tenemos algo y también para expresar una obligación, algo que tenemos que hacer obligatoriamente.17 mar 2019
Epidemias[editar]
Estos efectos incluyeron también el sarampión, a la que, a diferencia de las personas de ascendencia europea, tenían falta de una resistencia genética
Hubo brotes en:
- 1884 (tras la visita de tres buques de la Armada Argentina para elevar la bandera y crear una sub-prefectura en Ushuaia)
- 1924
- 1929
Estos brotes se convirtieron en epidemias mortales con resultados devastadores para los niveles de población cada vez menores. Ambas civilizaciones (la Selknam y la Yagán) fueron borradas de la faz de la tierra.
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Estancia Harberton[editar]
Esteban Lucas Bridges ayudaba a su padre, Thomas Bridges, en la construcción de la Estancia Harberton después de que este renunció a su puesto como misionero, pasando de Ushuaia a esta bahía protegida elegida por los yaganes como un puerto seguro.
El sendero Lucas Bridges2fue establecido para el transporte de ovejas de la Estancia Harberton, la casa de la familia, en la costa del Canal Beagle a la Estancia Viamonte, en la zona norte de la isla.
Primera Guerra Mundial[editar]
Se fue a Inglaterra para alistarse en el ejército y combatir en la Primera Guerra Mundial y en 1917 su padre se casó Jannette Jardine (1890-1976). Después de la guerra se trasladó a África, donde estableció un rancho con su cuñado, que llegó a ocupar 750.000 hectáreas en el territorio de la actual Zimbabue. Dedicado a la explotación de ganado vacuno, la sobreexplotación de los pastos provocó un grave destrozo ecológico que ha podido regenerarse parcialmente en las últimas décadas.3De regreso a la Argentina, donde vivió sus últimos años, fue socio de Mauricio Braun y Francisco Campos Torreblanca, yernos ambos del terrateniente español José Menéndez Menéndez, en la sociedad Estancia Posadas, Hobbs & Cía, que explotó una gran concesión de tierras en la región de Aysén. Murió en Buenos Aires y fue enterrado en el cementerio Británico de Buenos Aires en la misma sepultura donde se encuentra el Rev. Thomas Bridges, sepultura que fuera declarada histórica de acuerdo al decreto 525/10 del 27 de abril de 2010.
Baker, Región de Aysén[editar]
Esteban Lucas Bridges (1874 - 1949), en 1916 visitó el territorio de la zona del río Baker, actual comuna de Cochrane ubicada al sur de la Región de Aysén. Su viaje tuvo como objetivo recorrer y conocer la comarca que sería arrendada por la empresa Bridges y Reynolds, quienes habían recibido una oferta de la Sociedad Posadas, Hobbs y Cía, para establecer una estancia ganadera en esta zona. Para esa época este pedazo de territorio se encontraba desocupado y solo se podrían encontrar algunas edificaciones construidas por la ex empresa ganadera que se habían instalado, cuyo paso por esta zona no resultó prospera, ya que se le murieron varias personas en el Puerto de Bajo Pisagua, cercano a la localidad de Caleta Tortel. Para esa época el estado chileno solo cumplía con su rol de arrendador de este territorio.
Lucas Bridges estuvo como administrador de la estancia durante 28 años. En ese tiempo logró establecer una actividad económica muy próspera, que no solamente fue en ayuda de la explotación de este territorio en favor de la empresa, también la lenta llegada de familias colonizadoras chilenas en busca de tierras fiscales para instalarse y emprender una nueva vida en este aislado territorio.
Las vivencias de Lucas Bridges por su paso por la zona del Baker, se pueden leer en dos escritos cortos "Memorias y Sinopsis" que describe detalladamente lo difícil que fue dominar este territorio, además de las problemáticas que tuvieron con algunos colonos que ocupaban los terrenos concesionados por la empresa. Además describe la visita que hicieron representantes del estado chileno a la zona, con el objetivo de fiscalizar los adelantos de la empresa ganadera, pero a la vez se le encargó la misión de realizar un censo de las familias chilenas y argentinas que habitaban este territorio en 1927, entré otra información de mucha importancia para saber que sucedía en la zona del Baker y la Región de Aysén.
Véase también[editar]
ReferenciasJulio Popper en una de sus incursiones. A sus pies yace un ona muerto. La foto corresponde a un álbum que Popper obsequió al presidente argentino Juárez Celman.25-------------El rumano Julio Popper ya lo conocemos por sus correrías en pos de nuevas minas de oro. Se interesó por esta sangrienta ocupación cuando su empresa minera quedó estancada y quiso resarcirse de sus fracasos con un trabajo remunerativo al servicio de patrones cuyo vehemente anhelo era la eliminación de los aborígenes. Cuando los europeos hicieron su posición cada vez más insostenible, Popper recurrió al gobierno de Buenos Aires. Entre otras cosas, tuvo la osadía de defender con hábil charlatanería a los aborígenes, para distraer la atención de los graves cargos que se le imputaban por maltratar a sus peones, durante una conferencia pública que tuvo lugar el 27 de julio de 1891. En la misma oportunidad presentó, con espeluznantes detalles, un cuadro de las violaciones, ultrajes y asesinatos que fueron cometidos por la chusma europea. Es cierto que describió, sin tapujos, la realidad de aquellos horripilantes acontecimientos que clamaban al cielo, y también es cierta su defensa de los aborígenes: «La injusticia no está del lado de los indios... Los que hoy día atacan la propiedad ajena en aquel territorio, no son los onas, son los indios blancos, son los salvajes de las grandes metrópolis». ¡Qué graves palabras! A pesar de ellas, tuvo él considerable participación en la terrible calamidad de que «el dominio absoluto del indio Ona se ha convertido en recipiente de hombres arrojados de todos los países de Europa, en teatro del vandalismo de grupos de desertores, deportados y bandidos de todas las razas». No tuvo vergüenza de hacer fotografiar una matanza de indios durante la cual él, apuntando con su fusil, capitaneaba a sus malandrines con idénticas intenciones: en primer plano yace el cadáver de un hombre vencido, mientras que las armas se dirigen contra las mujeres y niños que huyen; él mismo observa la caída de los mortalmente heridos. El aspecto de este grupo causa estupor y espanto.
Periodísticos[editar]
En 1882 el periódico londinense Daily News publicó un reportaje a un británico interesado en las posibilidades económicas de Tierra del Fuego:
It is thought that the country of Tierra del Fuego would prove suitable for cattle breeding, but the only drawback to this plan is that to all appearance it would be necessary to exterminate the Fuegians.Se piensa que la Tierra del Fuego sería adecuada para ganadería, pero el único problema en este plan es que, según parece, sería necesario exterminar a los fueguinos [selknam].
Antes de que se arrojaran sobre esta tierra como vampiros los así llamados civilizados,n 3 la vivienda kawyi común era el paravientos de cueros cosidos. Estos y las pieles eran raspados y pintados por dentro con akel, las mujeres confeccionaban bolsas de piel de foca para recoger agua, de juncos entretejidos para llevar objetos, y una escalerilla con suave piel ablandada para transportar e instalar a sus niños de pecho. En los siglos XVIII y XIX a los balleneros noruegos, suecos y otros, se sumaron los buscadores de pieles de guanaco y zorro, los anglosajones cazadores de pingüinos y los loberos norteamericanos. Algunos llegaron a envenenar los restos de animales que sacrificaban para obtener piel y grasa, contribuyendo así a la eliminación de nuestros nativos. Hasta 1880 entre los onas y yamanas sobrevivían alrededor de cuatro mil personas. Por entonces, los europeos comenzaron a quedarse. Uno de ellos fue Julius Popper, judío rumano, que ingresó a la masonería y organizó desde Buenos Aires una compañía para obtener oro en el sur, donde instaló varios lavaderos del metal que por Punta Arenas enviara a Hamburgo. Llegó a acuñar moneda propia y a hacer circular una estampilla privada por el correo oficial junto a sus soldados-peones yugoslavos y austríacos que hasta recibieron sueldos como policías argentinos; se entretenía en cazar Onas con escopetas y fusiles, fotografiándose con las "piezas cobradas". Capatazes y peones ingleses,escoceses, irlandeses e italianos, fueron los 'cazadores de indios' que como Mac Lennan o 'chancho colorado', pusieron el precio de una libra por testículos y senos, y media libra por cada oreja de niño. Después Menéndez Behetty utilizó el mismo sistema de exterminio con los tehuelches.
Esos los hizo matar Chancho Colorado (Mc Lennan el verdadero nombre) administrador de los Menéndez. Otros de los matadores lo voy a nombrar: uno era José Díaz, algo de portugués por ahí. Otro se llamaba Kovasich, yugoeslavo. Alverto Niword, era otro, son tres, Sam Ishlop y Stewart, algo de malvinero por ahí. Que yo sé, que más o menos que los conozco por mi mamá que los nombró a todos [...] y hay varios más que yo no me acuerdo.Federico Echelaite o Echeline (de madre ona y padre noruego).5
Gestación de la gran propiedad ganadera[editar]
Los inicios de la explotación ganadera de Tierra del Fuego fueron promovidos por el Estado chileno, por medio de arrendamientos de pública subasta o bien a petición expresa a las autoridades centrales. La primera concesión recayó en la firma Wehrhahn y Compañía28 en 1884, en bahía Gente Grande al sur de Porvenir, con un total de 123.000 hectáreas. Más tarde se entregaría la concesión más grande conocida por la historia ganadera en Magallanes, la cual recayó en José Nogueira, quien solicitó en 1890 el arrendamiento de más de un millón de hectáreas en Tierra del Fuego, lo cual fue aceptado por medio del decreto supremo N.º 2616 del 9 de junio de 1890 por un plazo renovable de 20 años. Esta enorme concesión, sumada a la ya otorgada a Nogueira y a su cuñado Mauricio Braun, por un total de 350 mil hectáreas, se convirtieron en la base de la futura Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego (1893), iniciada por los hermanos Braun luego de la muerte de Nogueira.
Hacia 1894 la ocupación de Tierra del Fuego abarcaba prácticamente todos los terrenos ocupados históricamente por los selknam, sus antiguos paraderos de caza, de habitabilidad, de ceremonias y de tránsito estaban condenados a desaparecer y a ser relegados al extremo meridional de la isla. Además, la llegada de los carneros precipitó la pérdida de su principal fuente alimenticia, los guanacos, que fueron presas de las armas de fuego por parte de las estancias. De esta manera, los indígenas captaron rápidamente la facilidad de acceder al guanaco blanco (las ovejas), y comenzaron a hacer suyos a estos animales. Este principal hecho fue en consecuencia el primer punto de crisis entre colonos e indígenas. La lucha no fue menor entre quienes veían en el indígena un agresor de los derechos de propiedad y el selknam que veía en el koliot (‘hombre blanco’, en idioma selk'nam) un intruso de sus ancestrales territorios.
Comienza el exterminio selknam[editar]
De este modo, comienza el capítulo más triste de la historia de los Selknam. La ocupación ganadera comenzó a ser centro de la polémica en la colonia magallánica, las autoridades estaban absolutamente al tanto de la situación de los indígenas, sin embargo, el criterio fue condescendiente con la causa ganadera y no con los selknam. Notoriamente la mentalidad de la época era una realidad que aunque dolorosa no contemplaba la inclusión del mundo indígena a un paradigma fundamentado bajo los criterios del «progreso» y la «civilización». Así, los empresarios ganaderos actuaron siempre bajo su propio criterio financiando campañas genocidas, para lo cual se contrataron a numerosos hombres, extranjeros en su mayoría, importándose considerables cantidades de armamentos, cuyo objetivo era hacer desaparecer bajo cualquier costo a los selknam. Un costo que en la mente de estancieros y hombres de negocios era lógico, pues eran, en buenas cuentas, el principal obstáculo para el éxito de sus inversiones. La veracidad de los acontecimientos fue ratificada por los propios empleados de estancia, quienes más tarde, al ser sometidos a un sumario, confirmaron que las expediciones en contra de los indígenas eran prácticas más usuales de lo que muchos pensaban.
Si bien son conocidos los nombres de quienes actuaron en las excursiones de exterminio, poco se ha mencionado sobre los autores intelectuales de dichas acciones, específicamente hablamos de los propietarios ganaderos, quienes eran los jefes directos de los empleados que participaron en las incursiones. Estos nombres corresponden a Mauricio Braun, quien reconoció haber financiado algunas campañas, excusándose en que estas solo tenían la intención de proteger sus inversiones (era jefe directo de otro conocido cazador, Alexander A. Cameron). También el suegro de Mauricio Braun, José Menéndez Menéndez, quien sin duda fue uno de los hombres que actuó con mayor severidad en contra de los indígenas en Tierra del Fuego (parte argentina). Este personaje conocido por ser propietario de dos estancias que ocupaban más de doscientas mil hectáreas en el centro del territorio selknam, fue jefe del famoso cazador de indígenas Alexander Mac Lennan conocido como «Chancho Colorado», quien participó en la triste matanza de Cabo Peñas, donde habrían muerto cerca de 17 indígenas. Cuando se retiró, tras doce años de servicios, Menéndez le regaló a Mac Lennan un valioso reloj de oro en reconocimiento de sus valiosos servicios.
Las acciones emprendidas por los accionistas de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego actuaron siempre intentando ocultar los hechos a la opinión pública. Era el medio de evitar el cuestionamiento por parte de la sociedad de entonces y al mismo tiempo una estrategia para bajar el perfil a una larga polémica que fue conocida por el país entero. Especial atención cobraron estos acontecimientos luego de la intervención de los salesianos, quienes no dudaron en reprobar el actuar de los estancieros. Pero esta parte corresponde a otra larga historia, que está discutida con mayor profundidad en el trabajo de tesis de donde proviene este artículo.
De esta forma, la situación de los selknam a partir de la década de los 90 del siglo XIX se tornó particularmente aguda; por un lado, los territorios del norte comenzaron a ser ocupados masivamente por las estancias y muchos indígenas, asediados por el hambre y la persecución de los blancos, comenzaron a huir hacia el extremo meridional de la isla, lugar habitado por grupos que tenían un fuerte sentimiento de pertenencia hacia ese territorio. En consecuencia, las luchas por el control del espacio se hicieron cada vez más intensas y la resistencia se acrecentó en la medida que la ocupación ganadera se hacía efectiva en el norte de la isla. El escenario para los selknam se agudizará notoriamente una vez establecidas las misiones religiosas, donde las enfermedades fueron responsables de aniquilar al resto de la población que logró salir con vida de los enfrentamientos con los blancos.
Más tarde, otros conflictos entre el gobernador Manuel Señoret y el jefe de las misiones salesianas José Fagnano29 no hicieron más que agudizar la condición de los indígenas. Las largas disputas entre autoridades civiles y los sacerdotes no permitieron concretar un consenso que lograra encontrar una solución satisfactoria al tema indígena. Según los archivos consultados por esta tesis, el gobernador Señoret estuvo siempre a favor de la causa ganadera, lo cual quedó en evidencia frente a su desinterés por fiscalizar los episodios que se desarrollaban en Tierra del Fuego. Sin duda que, siendo la máxima autoridad civil en la zona, no tuvo voluntad de evitar las matanzas que eran de público conocimiento.
Juicio por genocidioJuicio por genocidio[editar]
Años más tarde, la justicia intentó hacerse parte del conflicto por medio de un sumario (1895-1904) seguido por el juez Waldo Seguel.30n 4 Este proceso dejó en evidencia que las cacerías perpetradas en Tierra del Fuego no formaban parte de un mito popular y que las capturas masivas de indígenas sacados por la fuerza para ser trasladados hacia Punta Arenas, con el objeto de distribuirlos dentro de la colonia, fueron también parte de las acciones que las autoridades civiles en complicidad con los ganaderos tomaban como solución al tema indígena.
Sin embargo, el proceso judicial solo culpó a algunos operarios de estancia, quienes quedaron libres prácticamente a los pocos meses del juicio, mientras que los autores intelectuales, es decir los dueños y los accionistas de las estancias —Mauricio Braun, José Menéndez, Rodolfo Stubenrauch y Peter H. Mac Clelland, entre otros, además de la responsabilidad del gobernador Señoret y de funcionarios como José Contardi, quienes tenían la obligación de velar por el cumplimiento de la ley— nunca fueron debidamente procesados.[cita requerida]31 En el libro Vejámenes inferidos a los indígenas de Tierra del Fuego, del Autor Carlos Vega Delgado, queda en evidencia que el juez Waldo Seguel encubrió a los ganaderos culpables del genocidio, dejando la falsa constancia de que no podía tomar declaración a los testigos selk nam del genocidio, por no existir traductores, pese a que varios sacerdotes de la misiones salesianos y hermanas de María Auxiliadora habían aprendido el dialecto nativo en las misiones, y a que existían selknams hispano parlantes como Tenenésk, Covadonga Ona, e incluso un diácono de la Iglesia Catedral
Fin de la etnia selknam[editar]
Finalmente, luego de los enfrentamientos directos, se dio paso a un segundo plan: erradicar a todos los indígenas existentes en la isla para ser enviados a la misión de Dawson. En aquella apartada isla, los indígenas sucumbieron rápidamente frente al avasallador avance de la colonización. A las innumerables mermas de población ocasionadas por las verdaderas cacerías de que fueron objeto a manos de las estancias, debía agregarse los estragos provocados por el contagio de diversas enfermedades, las que en definitiva terminaron por ocasionar un daño tanto o mayor que las cacerías humanas dirigidas. De acuerdo a los datos de las fuentes, más de 1500 almas en tan solo cuarenta años murieron a causa de contagios y proliferación de enfermedades propias de las poblaciones colonizadoras. En 1974 falleció en Argentina Angela Loij,32 considerada por algunos «la última selknam», calificativo que también se le ha dado a otras personas. En el territorio argentino de Tierra del Fuego viven varias familias selknam en la comunidad indígena Rafaela Ishton y en Chile existen personas que aseguran tener ascendencia selknam y piden ser reconocidos como integrantes de un pueblo indígena.
El genocidio selknam en la literatura[editar]
Entre las obras literarias que han tratado este genocidio se encuentran:
- El último confín de la Tierra (1951; como Uttermost Part of the Earth en 1948), memorias del argentino Lucas Bridges.
- La Patagonia trágica (1957), de José María Borrero.
- Solo el viento (1964), colección de cuentos del chileno Enrique Campos Menéndez.
- Cazadores de indios, edición revisada de Rastros del guanaco blanco (1980), novela del chileno Francisco Coloane.33
- Latitude austral (1991) del español Xavier Alcalá.[cita requerida]
- El corazón a contraluz (1996), novela del chileno Patricio Manns.34
- Los indios de Tierra del Fuego: resultado de mis cuatro expediciones en los años 1918 hasta 1924, organizadas bajos los auspicios de Ministerio de Instrucción Pública de Chile por Martin Gusinde.
- Los espíritus selknam (2003), de las chilenas Constanza Recart y Ana María Pavez.
- Raptados (2011), novela gráfica de los chilenos Álvaro ''Huevo'' Díaz y Omar ''Oniri'' Campos.
- Menéndez, rey de la Patagonia (2014), del español José Luis Alonso Marchante.
- Selk'nam: Genocidio y resistencia (2019), del español José Luis Alonso Marchante.
- Selk'nam: Fragmentos de un exterminio (2021), cómic documental de Carlos Reyes y Rodrigo Elgueta.
Véase también[editar]
- Anexo:Masacres en Argentina (siglo XX)
- Anexo:Masacres en Chile
- Alberto María de Agostini
- Thomas Bridges
Notas y referencias
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