aspecto filosófico y ético que a mí me hace ser muy crítico.

Cementerio de La Habana.

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"El mundo no es nuestro, el mundo lo tenemos prestado y hay que irlo pasando. Nadie puede apropiarse del mundo para siempre".

Lo que hoy ya se está haciendo es cronificar muchas enfermedades incurables, lo que provoca que quienes padecen esas enfermedades tengan en muchas ocasiones una calidad de vida terrible e incluso agónica…

Y tanto. Yo estoy a favor de alargar la vida, pero no de alargar la muerte. Porque -como ya dijo Ivan Illich, uno de los precursores en la crítica cultural de la medicina-, la medicina genera mucha patología.

También cura cosas, pero genera mucha gente enferma, muchas veces enferma crónica.

Yo considero que sería prudente invertir menos en medicina de fases terminales e invertir más en prevención o, por ejemplo, en otras medidas sociales.

Me imagino que habría que analizar la calidad de vida de algunas de esas personas, ¿no?

Sí. La calidad de vida, las visitas al médico, las pruebas complementarias, nuevas visitas al médico, tratamientos de quimioterapia que muchas veces no tienen ninguna finalidad terapéutica.

Y aparte de que la calidad de vida del enfermo muchas veces queda comprometida, el enfermo queda totalmente dependiente del sistema sanitario. Todo eso es enormemente costoso, tanto en términos de calidad de vida del paciente como para las arcas públicas.

Operación de un tumor cerebral.

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Pie de foto,

Para el doctor Sitges-Serra, habría que analizar si merece la pena mantener con vida a los pacientes con cáncer incurable.

Leyendo su libro me he enterado de que, en los últimos años, y a pesar de la hipermedicalización, en los países más desarrollados la esperanza de vida no sólo se ha estancado sino que está retrocediendo...

Sí, sí. Hay noticias de Francia, Estados Unidos, España, que apuntan a que puede haber un estancamiento en el crecimiento de la esperanza de vida. De hecho, desde hace años la curva se ha ido aplanando.

Y tiene su lógica: nos acercamos a lo que muchos creemos que son los límites biológicos. Por cuestiones biológicas y de deterioro del propio organismo, yo creo que es desaconsejable intentar alargar extremadamente la vida.

Y, por hacerlo, estamos pagando un precio: por ejemplo la enfermedad de Alzheimer, que es una enfermedad terrible, ya casi ha alcanzado proporciones epidémicas.

El alargamiento de la vida tiene una cara B: la aparición de más cánceres, de más enfermedades neurológicas incurables y más deterioro del sistema cardíaco y vascular.

Si a eso se añade que la obesidad se está generalizando, las adicciones ganan terreno y que (re)aparecen enfermedades relacionadas con el cambio climático, tiene su lógica que la esperanza de vida no crezca e incluso retroceda.

Doctor Sitges-Serra.

FUENTE DE LA IMAGEN,ANTONIO SITGES-SERRA

Pie de foto,

En la opinión de Sitges-Serra, estasmos asistiendo a una hipermedicalización de la sociedad.

Y doctor, todos estos problemas, ¿cómo se curan?

Un poco con el empoderamiento del enfermo. Será difícil, hoy no vemos señales de que el sistema adopte medidas para cambiarse a sí mismo, a pesar de que los avisos llegan por todas partes.

No descarto que haya una involución y un cambio de ruta en algunos de los temas fundamentales que estamos comentando. Pero cada uno de nosotros debemos de ser conscientes de todo esto.

El enfermo que tiene cáncer a lo mejor tiene que ver que no le pueden tener dos años muriéndose poco a poco, a lo mejor tiene que preguntarse en qué le está ayudando realmente su doctor o están haciendo un ensayo clínico a sus espaldas o probando un medicamento para ver si me alarga un mes la vida, a expensas de que el sistema público se gaste 50.000 euros más en ese enfermo.

Creo que debe haber más responsabilidad propia y una cierta aceptación de la muerte natural. Antes, de nuestros abuelos se decía que morían de muerte natural.

Ahora la muerte está supermedicalizada, es muy artificial.

Doctor Antonio Sitges-Serra.
Antonio Sitges-Serra
La mercantilización de la sanidad pone al enfermo en riesgo de ser sometido a pruebas y cirugías que no necesita”
Antonio Sitges-Serra
Cirujano y autor del libro: "Si puede, no vaya al médico"

¿Cómo ha sido acogido su libro por sus colegas médicos?

Quizás nadie escribe al autor para decirle que lo ha hecho mal, porque he recibido un montón de correos diciéndome que ya era hora de que alguien pusiera en negro sobre blanco lo que muchos pensábamos.

Creo que en este libro se ha cristalizado lo que en el ambiente lleva tiempo flotando.

Ahora bien, he puesto en evidencia -y acaso se hayan molestado- a aquellos que creen que la medicina es una ciencia básica. La oncología y la psiquiatría están en la diana de mi libro y algunos profesionales se habrán sentido señalados.

Por ejemplo, hago una crítica bastante dura a la psiquiatrización social que convierte en enfermedades mentales lo que son estados fisiológicos y abusa de la medicación. Hoy en día alrededor del 15% de los hombres y casi el 30% de las mujeres recibe algún tipo de medicación neuroléptica.

En general el libro ha tenido una buena acogida y yo creo que el público ha recibido un mensaje liberador. Además, está documentado, lleno de números, de hechos, de datos. Y se pueden criticar las opiniones, pero los hechos y los datos están ahí.

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Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Querétaro, un encuentro de escritores y pensadores que se realizará virtualmente entre el 2 y 7 de septiembre de 2020.

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